Respecto al artículo publicado ayer día 6 de Marzo de 2011 en el periódico ABC titulado “Un mundo globalizado, y una sola familia humana” (http://www.abc.es/20110306/latercera/abcp-mundo-globalizado-sola-familia-20110306.html) y firmado por el Sr. Antonio Montero Moreno, Arzobispo emérito de Mérida-Badajoz tengo que decir que el Sr Montero me ha sorprendido muy negativamente respecto a lo expuesto en su artículo por tres motivos fundamentales:
1º- La sutil iniquidad de los conceptos, y pensamiento perverso que el susodicho Arzobispo intenta presentar al lector.
2º- La aparente “brillantez” intelectual con la que intenta enmascarar estos conceptos perversos como si fueran ideas de progreso, y la seducción dialéctica con la que intenta manipular al lector.
3º-El rango que ocupa este señor en la jerarquía eclesial y por lo tanto la responsabilidad que se le presupone en cuanto a la labor asignada por la Iglesia para con la correcta orientación formativa de los fieles que pertenecen a su diócesis.
Estos tres motivos son profundos motivos de preocupación en cuanto demuestran que el adversario ha llegado muy alto en la cúspide de la Iglesia y muy cerca de la silla de San Pedro y que a su vez tiene capacidad intelectual y propagandística para extender su miseria moral a amplios sectores de la Iglesia que pueden ser engañados por malos pastores como el Sr Montero y otros de su calaña.
Lo que este Arzobispo promueve con su artículo, no es ni más ni menos, que el establecimiento de un Nuevo Orden Mundial, haciendo una cerrada defensa de los procesos históricos y corrientes de pensamiento que convergen en esa idea, procesos y formas de pensamiento que en múltiples casos han supuesto la persecución de la Iglesia Católica y el martirio de sus fieles y cuya realidad ha decidido obviar el Sr Montero adhiriéndose a las tesis de los que fueron verdugos y perseguidores de la fe.
Así el citado Arzobispo empieza haciendo una defensa de la revolución francesa y declara en su artículo “la revolución francesa que pese a sus páginas sangrientas (y tal vez para compensarlas) acuñó para la posteridad la trilogía emblemática de raíces cristianas, Libertad, Igualdad y Fraternidad”, cabria recordarle a este señor que dicha “revolución” con sus crímenes asociados (los cuales el Sr Montero parece disculpar) supuso para la Iglesia y para la fe católica la mayor persecución de todo el S. XIX a nivel mundial con decenas de miles de fieles martirizados de manera directa y millones de muertos consecuencia del germen del radicalismo anticlerical que esa ideología sembró en el corazón de Europa, además supuso la exclusión de la Iglesia de la vida pública francesa, algo que al Sr Montero no parece importarle, también ignora en su árticulo este señor el papel que jugó en dicha revolución organizaciones secretas y abiertamente anticlericales como la masonería y cuyo lema calificado por el Arzobispo como “trilogía emblemática de raíces cristianas” era Libertad, Igualdad y Fraternidad, dato que estoy seguro que el Sr Montero no ignora, pero que oculta a propósito por motivos con los que prefiero no especular.
A continuación el Sr Arzobispo cita la creación de la ONU y la declaración universal de los Derechos Humanos como “dos grandes avances de la humanidad” y “una piedra miliaria de la fraternidad de nuestra especie”, al parecer el citado Arzobispo vuelve a ignorar de manera premeditada que la ONU es la principal promotora a nivel mundial del aborto, las políticas antinatalistas y de género y que incluso se le acusa de prácticas esterilizaciones masivas e involuntarias en países del tercer mundo con el pretexto de controlar la natalidad, actos que el Papa Juan Pablo II calificó como “crímenes abominables” pero que al Sr Montero no parecen importarles demasiado debido a que esa misma ONU es el embrión de ese Nuevo Orden Mundial que El espera con tantas esperanzas.
Sobre la declaración universal de los Derechos Humanos, la cual es calificada como “avance moral para la humanidad” por el Arzobispo, lo que este señor debiera tener en cuenta es que dicha declaración no es sino un intento de secularización de la dignidad humana otorgada por Dios y manifestada en los santos Evangelios desde hace dos mil años, y que por lo tanto dicha declaración no supone ningún avance para la humanidad en cuanto elimina a Dios como dador de dignidad humana sustituyendo a este por el hombre como fuente de dicho derecho.
Pienso por tanto que por estos y otros puntos expuestos por el Sr Montero en su artículo, El mismo se ha retratado como uno de esos lobos que disfrazados de corderos acechan al rebaño desde dentro del aprisco y que su lógica y dialéctica inducen al engaño y la confusión del lector mezclando buenas palabras e ideas perversas y que su posicionamiento ideológico lo enmarca del lado de los enemigos de la Iglesia y de la fe y del lado de los que desde posiciones anticristianas promueven un Nuevo Orden Mundial igualmente anticristiano cuyas tesis jamás debieran apoyar ningún católico fiel a la tradición y doctrina de la Iglesia.
Por Antonio M.R.
Yo no daría tanta relevancia al artículo del Arzobispo Montero. Este Arzobispo lleva varios años jubilados y su influencia en el devenir de la Iglesia es hoy día muy escasa.
ResponderEliminaresta claro que sois unos energumenos -cavernicolas-fachastoides
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