El caso de Irlanda es un escándalo para la «cultura de la muerte». El estudio Ireland’s Gain muestra un contrapunto que echa por tierra su grosera argumentación, centrándose en los efectos sobre la demografía y sobre la salud de las madres de una cultura pro-vida.
Ireland’s Gain fue elaborado por una institución inglesa: Pension and Population Research Institute (PAPRI), y compara las cifras del aborto de algunos territorios del Reino Unido (Gales, Inglaterra, Escocia, Irlanda del Norte) y la República de Irlanda. Como explica el propio título (La ganancia de Irlanda), la conclusión a la que llegan los autores es que las políticas restrictivas de Irlanda e Irlanda del Norte se pueden asociar a la juventud de sus perfiles demográficos –al menos comparados con los de sus países vecinos– y a la mejor salud de las mujeres en aspectos relacionados con el nacimiento de los hijos.
Con esos datos el aborto tiene difícil cabida en lo que se viene a denominar «salud reproductiva», paraguas bajo el que se oculta para venderlo a precio de ganga en países subdesarrollados. Los datos del estudio están corroborados por la propia ONU, que muestran que en Chile se produce el mismo efecto.
En este contexto no es de extrañar la enorme presión que se está ejerciendo contra los irlandeses para que doblen la cerviz.
Niamh Ui Bhriain, alerta de la situación en The Life Institute. Los recursos económicos con los que cuentan los provida son cortos –sólo los económicos, digo yo, los humanos, motivacionales y sobrenaturales sobreabundan–. Sin embargo las organizaciones proabortistas están siendo financiadas a mansalva por multimillonarios estadounidenses. No es la primera vez: George Soros, Feeney Chuck personalmente o multinacionales como Ford, Google, Microsoft o Goldman Sachs, JP Morgan, Pfizer están dotando de fondos a organizaciones del tipo de la Planned Parenthood o el Legal Momentum Fund para que actúen en Irlanda.
Niamh denuncia cómo las filiales irlandesas de estas organizaciones fueron el sostén de la denuncia en el Tribunal de Derechos Humanos para que Irlanda revisase su ley del aborto.
No son elucubraciones, el Informe Anual 2010 de Legal Momentum Fund muestra los 18 millones de dólares fruto de donaciones de la Fundación Ford, Google, Microsoft y otros, y en el mismo informe, a modo de memoria de actividad, recalca la «lucha» contra las leyes pro-vida de Irlanda.
Chuck Feeney, a través de la fundación Atlantic Philantrophies, financió con 7,7 millones de dólares al Consejo Irlandés de Libertades Civiles –Irish Council for Civil Liberties (ICCL)–, la principal organización pro-abortista irlandesa. No existirían sin Feeney, en 2009 sólo consiguió recaudar 8 mil euros. Al ICCL le costó el informe «Rights now» 190.000 dólares y fue la base para que la investigación a Irlanda en Ginebra.
También Feeney apoquinó de buena gana un millón de dólares al lobby feminista National Women’s Council of Ireland para que presionase a los políticos.
Pero Fenney no está solo, el multimillonario Soros donó en 2010 cien millones de dólares a HRW (Human Rights Watch), una autodenominada organización de derechos humanos. La misma que acusa a la policía española de torturas contra el «violento grupo separatista ETA» [sic]. En la misma línea elaboró un insultante documento de condena: «Un estado aislado: el acceso al aborto por las mujeres en Irlanda», en el que chulescamente exigía «tomar medidas inmediatas para la despenalización del aborto para todas las mujeres irlandesas». Que sienta el mismo afecto por asesinos terroristas y abortistas no deja de ser pura coherencia.
Está claro que las armas con las que luchan unos y otros son desiguales, pero los abortistas luchan por «por qués» y «para qués» mientras los provida lo hacen «por quienes», y ahí la diferencia es tan grande que no la puede salvar ninguna fortuna del mundo. Parafraseando al anuncio, «nosotros defendemos la vida, para todo lo demás MasterCard».
A la vista de los datos es inevitable hacerse algunas preguntas en torno a la ‘casual‘ persecución de la Iglesia, las campañas de descrédito y división. En la reunión del Club de los Billonarios de 2009, Bill Gates animaba a buscas soluciones a la mayor plaga de la Tierra: el hombre, y «unir fuerzas para superar los obstáculos políticos y religiosos a los cambios»
http://infocatolica.com/blog/delapsis.php/1203141152-multimillonarios-estadouniden
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