"Seis días
antes de la Pascua, Jesús fue a Betania, donde vivía Lázaro, a quien él había
resucitado. Allí hicieron una cena en honor de
Jesús; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban a la mesa comiendo con
él. María trajo unos trescientos gramos de perfume de nardo puro, muy
caro, y perfumó los pies de Jesús; luego se los secó con sus cabellos. Y toda
la casa se llenó del aroma del perfume. Entonces Judas Iscariote, que era
aquel de los discípulos que iba a traicionar a Jesús, dijo:
¿Por qué no
se ha vendido este perfume por el equivalente al salario de trescientos días,
para ayudar a los pobres?
Pero Judas no dijo esto porque le
importaran los pobres, sino porque era ladrón, y como tenía a su cargo la bolsa
del dinero, robaba de lo que echaban en ella". Juan
12
En este
pasaje del Evangelio, se nos viene a mostrar la actitud hipocrita de Judas, que
apelando a una Falsa Humildad escondía en su corazón la ambición y maldad de un
ladrón. Hoy en día, una legión de ineptos, tontos útiles o bienintencionados
ignorantes, aplaudiría el gesto de Judas como una muestra de humildad propia de
un verdadero siervo del Señor, mientras que a Jesús, se le calificaría de
vividor afín a lujos y placeres mundanos. La cosa ya sabemos cómo acabó, Judas
traicionó a Cristo con un gesto de amor (un beso), y Jesús acabo caminando,
este sí, con verdadera humildad, hasta su Pasión y Muerte por todos nosotros.
Hoy en día,
se alzan las voces de los que quieren una Iglesia pobre (pobre de espíritu diría
yo), como en tiempos de Jesucristo se acusa al Cuerpo Místico de vivir rodeado
de lujos y placeres, y se exige hipócritamente que la Iglesia se despoje de sus
bienes y se lo de a los pobres, como Judas con Cristo. En realidad, a estos
Señores les importan un bledo los pobres, lo que quieren es empobrecer al
Cuerpo Místico de Cristo y despojarlo de su dignidad, y no me refiero solo
materialmente, sino lo que es mucho más preocupante, espiritualmente. Cuidado
pues con estas serpientes de lengua bífida que al igual que Judas hacen gala de
una Falsa Humildad, pero que son Traidores, y que capaces de apelar a un gesto
de amor como Judas, quieren entregar al Cuerpo Místico de Cristo a los poderes
mundanos para ser nuevamente crucificado y muerto. Ellos tendrán su parte en el
estanque de fuego junto al hijo de la mentira.
Por: Antonio M.R.
Judas era ladrón ... Los nuevos Judas quieren también robar a Dios la gloria que le debemos como criaturas suyas a Nuestro Soberano y Padre Celestial.
ResponderEliminarMuchos de los que critican las riquezas culturales de la Iglesia viven en medio de lujos y placeres. Es pura criica ideologica e hipocrita como los comunistas.
ResponderEliminar