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Arriba, Irving Kristol, fundador del movimiento neoconservador. Abajo, Pat Buchanan, auténtico conservador americano, enemigo de los neocons,contrario a la guerra de Iraq y a la política imperial americana.
Irving Kristol, uno de los fundadores del movimiento neoconservador (más conocidos como “neocons”), acaba de morir de un cáncer de pulmón a los 89 años. Este movimiento tuvo su auge en la América de los años 70, teniendo hoy gran influencia en este país, sobre todo en el Partido Republicano, habiendo extendido sus tentáculos por todo el mundo, España incluida.
Arriba, Irving Kristol, fundador del movimiento neoconservador. Abajo, Pat Buchanan, auténtico conservador americano, enemigo de los neocons,contrario a la guerra de Iraq y a la política imperial americana.
¿Pero cuál el origen de este movimiento? Aunque cueste de creer, los neocons son intelectuales, la mayoría de los cuales son de origen judío, que provienen de la extrema izquierda. Irving Kristol era en su juventud, al igual que el otro icono de este movimiento, Leo Strauss, un trotskista, es decir, un radical comunista revolucionario. Para que nos entendamos, Kristol, Strauss y el resto de sus seguidores adoraban a uno de los principales ideólogos del comunismo, creador del Ejército Rojo y responsable de la muerte de millones de europeos cristianos.
En los años 60, como miembros de la extrema izquierda americana, colaboraron a crear los radicales cambios sociales que sufrió esa sociedad durante aquella década, cambios que luego se extendieron a Europa. Pero algo había cambiado por entonces: en primer lugar, la Unión Soviética, a la que habían adorado hasta entonces, pasó de ser el régimen pro-semita defensor del comunismo internacional que había sido hasta la segunda guerra mundial, a un nacional-comunismo anti-semita y pro-árabe después de la misma. Esto, junto con la creación del Estado de Israel y la posición pro-palestina de la izquierda, hizo que los neocons realizaran un cambio de chaqueta espectacular, abandonando la izquierda y pasándose a la derecha del Partido Republicano.
Lo primero que hay que tener claro: los neoconservadores no tienen nada de conservadores.
Ese fue su primer engaño: el nombre. Lo utilizan para engañar a la gente de derechas conservadora, para llevarla a su terreno. En realidad su ideología es muy sencilla y se basa en sólo dos puntos: en lo económico, defensa del liberalismo más radical, libre circulación de personas, mercancías y capitales y establecimiento de un mercado mundial único. En lo político, defensa de la hegemonía de Estados Unidos en el mundo, de Israel en Oriente Medio y de la extensión de la “democracia” por todo el mundo, por la fuerza si es necesario.
Su segundo engaño fue no quitarse la palabra “libertad” de la boca. Pero cuando hablan de libertad, sólo se refieren a libertad económica, es decir, barra libre para que los traficantes de dinero hagan lo que les venga en gana sin que nadie les pare los pies. Los neocons suelen decir que para ellos la libertad económica y la política son inseparables pero esta es otra de sus mentiras. En los años 70, se dieron cuenta de que era casi imposible aplicar sus ideas económicas en una democracia, ya que eran demasiado impopulares y ningún político se atrevía a aplicarlas por miedo a perder unas elecciones. Entonces, los neocons vieron la oportunidad de aprovechar, e incluso promover, dictaduras para usarlas como experimento de sus ideas económicas. Así lo hicieron en varias dictaduras de Sudamérica, en Indonesia o así hacen hoy en China.
Su tercera mentira fue presentarse como anti-comunistas radicales, así llevaron a su terreno a muchos auténticos conservadores, que sí eran anti-comunistas de verdad. Pero había una diferencia, los auténticos conservadores son anti-comunistas porque el comunismo es una ideología materialista, anti-nacional y atea. En cambio, el único motivo por el que los neocons son anti-comunistas es porque el comunismo promueve la intervención del Estado en la economía.
Los neocons no tienen nada de “conservadores”, sólo son ultraliberales sionistas. El propio Irving Kristol lo reconoció cuando dijo:”el papel de los neoconservadores es volver a los conservadores contra su propia voluntad”. Es decir, hacer que acepten y defiendan ideas que en el fondo rechazan. ¿Conservadores los neocons, una gente que está a favor de la inmigración masiva, el aborto, el matrimonio y adopción por homosexuales, la legalización de las drogas y de la prostitución? Su último engaño es presentarse como “anti-islámicos defensores de la civilización occidental y cristiana?¿de verdad?¿son anti-islámicos y defensores del Occidente cristiano una gente que apoyan a los musulmanes de Kosovo y de Chechenia contra los cristianos serbios y rusos? Los únicos musulmanes que les preocupan a los neocons son los que le plantan cara a Israel en Oriente Medio, en cambio, nunca dicen nada de los musulmanes que están invadiendo por millones a España y a Europa.
En DN vemos con mucha preocupación el lavado de cerebro que está sufriendo la población española de derechas a manos de estos personajes siniestros. Vemos como, de manera increíble, defienden un modelo económico que arrasaría con la agricultura e industria nacionales. Vemos cómo son engañados por el supuesto “patriotismo” de los neocons, ya que éstos se muestran muy hostiles a los separatismos vasco y catalán. Pero los neocons atacan a estos movimientos no porque sean anti-españoles, sino porque son nacionalistas, al igual que atacarán(y atacan ya) al nacionalismo español y europeo de DN. No lo hacen por “patriotismo español”, esto es otro de sus engaños, lo hacen porque un nacionalista es menos proclive a disolver su territorio en el nuevo orden y en el libre mercado mundiales. También vimos con sorpresa cómo la gente de derecha conservadora apoyó el envío de sus hijos a la guerra de Iraq, un país a miles de kilómetros en el que España no tenía ningún interés. Por supuesto, fueron los neocons americanos los que idearon aquella guerra (mucho más que el lobby del petróleo) y fueron sus colegas españoles los que engañaron a la gente de derechas para que apoyara aquella guerra.
Hemos hablado de sus “colegas españoles”. En España, por suerte, hay pocos neocons. En la prensa destacan Federico Jiménez Losantos y sus medios(Es Radio y Libertad Digital) y junto a él sus colaboradores César Vidal, Gabriel Albiac, José María Marco...y otras instituciones como el Instituto Juan de Mariana, la FAES y el Grupo de Estudios Estratégicos. En política, forman una facción minoritaria del PP, liderada por Esperanza Aguirre y sus secuaces. Aguirre, por supuesto, ha sido la dirigente del PP que más ha apoyado la inmigración masiva, siendo la primera en pedir el voto inmigrante en las municipales y declarando su gobierno en 2006 que la Comunidad de Madrid necesitaba 600.000 inmigrantes más hasta 2010. Así esta Madrid, un estercolero multicultural. Además, Aguirre también subvencionó clínicas abortistas en su momento(la Comunidad de Madrid es en la que más abortos se practican en toda España) al igual que se opuso al recurso contra el matrimonio homosexual. Su amigo Jiménez Losantos piensa igual que ella, por eso se apoyan tanto uno al otro. Uno la defiende en su prensa y la otra le da licencias de radio y televisión. Recordar también que Losantos tiene como colaborador a Esteban Ibarra, mientras que Aguirre le entrega jugosas subvenciones todos los años.
El otro neocon español más famoso es el ex-presidente Aznar, una persona que al llegar al poder en el 96 era el clásico conservador católico de derechas de toda la vida, pero el lavado de cerebro que le hicieron los neocons le convirtió en el engendro que es hoy en día. Algo parecido hicieron los neocons americanos con Ronald Reagan. Aznar, recordemos, es el que abrió la puerta a millones de inmigrantes en el periodo 1999-2004 o el que no movió ni un dedo mientras se practicaban 500.000 abortos durante su mandato, sin que ningún neocon “patriota y cristiano” abriera la boca. Al contrario, como buenos ultraliberales ven la inmigración masiva como una forma de reducir costes laborales. Es curioso ya que a Reagan le pasó lo mismo: en 1986, debido a la presión de los neocons, llevó a cabo la regularización de tres millones de ilegales. Consecuencia, veinte años después en USA había doce millones de ilegales. Reagan declararía más tarde que aquel fue “el mayor error de su vida”.
Desde DN ya hicimos este llamamiento en su día. Advertimos a los millones de conservadores de derechas españoles que están siendo víctimas de una estafa intelectual. Los neocons son falsos conservadores que están al servicio de Estados Unidos, de Israel y del capitalismo global; el cristianismo y España no les importan en absoluto. Su supuesto “patriotismo”, “anti-nacionalismo” y “anti-comunismo” son un fraude para que la gente que, de manera sincera, quiere a España, caiga en su trampa y apoye sus siniestros planes, que nos son totalmente ajenos, así que aún están a tiempo de rectificar.
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