domingo, 27 de mayo de 2012

LOS CISMATICOS Y TRAIDORES AMENAZAN A LA IGLESIA

La detención del mayordomo del Papa y la expulsión del director del Banco Vaticano hacen temer conspiraciones en la cúpula de la Iglesia.

En El Vaticano se rumorea que hay toda una trama detrás del "cuervo de Benedicto XVI", Paolo Gabrieli. Las declaraciones del recién destituido líder del Banco del Vaticano, Gotti Tedeschi, demuestran su poca sintonía con el cardenal Bertone. “Me debato entre el ansia de explicar la verdad y el deseo de no turbar al Santo Padre”, ha afirmado.

Paolo Gabrieli, el mayordomo de Benedicto XVI y conocido ya como “el cuervo” del Vaticano, ha sido formalmente acusado del robo de documentos y correspondencia secreta y reservada del Papa y de papeles importantes de la Secretaría de Estado. “Paoletto”, ciudadano vaticano, ha nombrado ya dos abogados para que le defiendan en un proceso que puede costarle hasta 30 años de cárcel ya que la violación de papeles y cartas de un Jefe de Estado equivale a un atentado a la seguridad del mismo.

La noticia volvió a darla ayer el portavoz vaticano Padre Lombardi, que subrayó asimismo el dolor y la amargura del Santo Padre cuando se lo comunicó su secretario Don Georg, que a su vez la había recibido, sin duda, del jefe de seguridad, Domenico Giani. Dolor, porque jamás se hubiera pensado que Gabrieli, tan serio, religioso, tan orgulloso de servir al Papa, por el que manifestaba una admiración y un devoto afecto, pudiera ser un espía y un traidor pero también reina consternación y temor en la Ciudad del Vaticano.

Se esperan de un día a otro nuevas detenciones y se rumorea que hay unas 20 personas sobre las que penden sospechas porque entre los papeles secuestrados en el domicilio del mayordomo, hay también informes y documentos de la sección diplomáticamente más importante en el Gobierno de la Iglesia, de la segunda sección de la Secretaría de Estado, donde se encuentran los despachos a los que tienen acceso poquísimos monseñores que trabajan directamente con el Secretario de Estado, el cardenal Tarsicio Bertone.


No hay duda de que Paolo Gabrieli es el ejecutor, a quien le han encontrado “con las manos en la masa”, pero conociéndole, es impensable que detrás de él no exista una trama, una mente refinada y maléfica que mueve unos hilos que deberán ahora descubrirse. ¿Quién ha podido ser la persona que han convencido a Gabrieli que la acción criminal era necesaria para el bien de la Iglesia? Como aseguran los amigos que tratan de defenderle, no se sabe si habrá dinero por medio o chantaje para hacerle romper el juramento que hizo al entrar al servicio del Papa.

En el Vaticano dicen “que los cuervos raramente vuelan solos” y, en medio del fango que está cubriendo la cúpula de San Pedro, se delinea una estrategia que persigue golpear al vértice de la Iglesia. Es posible que, la coincidencia de la destitución fulminante del presidente del IOR –el Banco Vaticano–, Gotti Tedeschi, con la detención del mayordomo, no tengan nada que ver, pero las declaraciones del “banquero de Dios” –“No hablo para no perjudicar al Santo Padre”–, ponen en evidencia lo que se aseguraba en los pasillos vaticanos, la poca sintonía, por decirlo de manera diplomática, entre Gotti Tedeschi y el cardenal Bertone, incluso quienes estaban presentes afirman que tuvieron un encontronazo muy duro.

Gotti está preparando un dossier sobre el IOR que piensa enviar directamente a Benedicto XVI porque asegura que le han echado por “defender la ley anti blanqueo de dinero”. “Me debato –ha afirmado– entre el ansia de explicar la verdad y el deseo de no turbar al Santo Padre. Mi cariño por el Papa prevalece sobre cualquier otro sentimiento, incluso el defender mi reputación, que ha sido vilmente pisoteada”.

Gabrieli puede ser un simple chivo expiatorio y de ahí que las investigaciones prosiguen a ritmo frenético y entre los tres cardenales de la comisión 007 y el dottore Domenico Giani se subsiguen los encuentros, las reuniones y los contactos. Son días difíciles los que se están viviendo dentro de los muros impermeables de la Ciudad del Vaticano. El VatiLeaks demuestra que poder, misterio y secretos pueden buscar un objetivo: obtener una dimisión “excelente” o un cambio de la guardia en lo más alto de la curia con la demostración de que, tal como está, es “ingobernable”.

¿Estamos en la primera fase de esta conjura de palacio por parte de personas descontentas e intrigantes que buscan cambiar las cosas? ¿O son simples conjeturas? Lo que es indudable es que Agatha Christie con los pocos elementos que de momento se tienen ya habría escrito un “best seller”.

4 comentarios:

  1. Es todo demasiado turbio. Seamos prudentes y no caigamos en el sensacionalismo ni en la inducción de un estado de opinión. No tenemos ni idea de lo que se está cociendo. Es evidente que se están moviendo hilos y que el ruido de la batalla que se libra en el Vaticano desde hace décadas (o mas) está empezando a llegar fuera. Oremos.

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  2. Lo que está claro es que el edicto de milán fue una traicción al cristianismo, desde entonces han surjido muchas sectas que se hacen pasar por cristianas.
    En mi opinión la iglesia católica y apostólica es un nido de ratas (ojo que hablo de la institución y no de las personas que habrá de todo).

    Como preferencias creo que la única secta que conservan la cristiandad que nos enseño jesucristo es la menonita, aunque respeto a muchas otras.

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    1. Perdón por la falta ortográfica, corrijo "surgido" para evitar daños a la vista jeje.

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    2. Francisco Javier31 de mayo de 2012, 8:12

      ¿Te refieres a los menonitas de arriba o de abajo? Porque menonitas hay unos pocos...

      La única verdadera es la Iglesia Católica, que es la única que es Universal, para todos los Pueblos y UNA.

      Todas las demás son divisiones, nacionalismos, elitismos...

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