viernes, 13 de julio de 2012

LA RUINA MORAL QUE PRECEDE A LA RUINA MATERIAL

Quiero pensar y pienso que al pueblo español aún le queda parte de su rica herencia católica en su decadente genética espiritual, conocer al pueblo español es conocer la realidad de un pueblo que ha olvidado lo esencial de su identidad, que ha sido en parte engañado y manipulado por sus élites, pero también es conocer la realidad de un pueblo de gentes sencillas pero en muchos casos ignorantes, que han pecado en gran medida por despreciar su naturaleza humilde y cristiana para abrazar vicios y modas modernas presentadas bajo el aval de la progresía, vicios que en muchos aspectos nos han llevado a una desnaturalización progresiva del carácter de nuestra Nación.


Las gentes de España no son por lo general de carácter soberbio, orgulloso o egoísta, no son esos nuestros defectos, al contrario nuestro País es uno de los mayores donantes de órganos del mundo, uno de los países mas caritativos con los necesitados, y un País que por lo general tiende a mirar al prójimo con ojos bondadosos lo que me hace pensar que aún queda “agua” en el fondo del “pozo” oscuro de nuestra espiritualidad, bondad que por desgracia se transforma en buenismo en demasiadas ocasiones, podemos decir que el carácter buenista de parte de la sociedad ha sido el caballo de Troya con el que el enemigo ha introducido los grandes males en nuestro País, el aborto, presentado como un avance de la mujer y una equiparación “progresista” con el resto del Occidente corrompido, la legalización de las uniones de los sodomitas, aplaudiendo el vicio y la degeneración como un derecho, el divorcio que sentó las bases para la destrucción de la institución familiar, y un larguísimo etcétera de despropósitos e inmoralidades cometidas en nuestra Patria, que como a continuación expondremos, han sido la antesala de nuestra ruina material.

España, con sus miserias y virtudes, ha querido siempre a lo largo de su historia ser fiel a su vocación Mariana y Evangelizadora, esta misión universal y transcendental de nuestra Patria fue abruptamente alterada con la Transición política y la Constitución atea y pagana del 78 donde se consagraron todas las miserias como derechos y donde fue abolida la dignidad de nuestra Patria y su vocación cristiana y evangelizadora.

De aquellas Miserias Morales vienen las actuales Miserias Materiales, podemos señalar de forma clara los tres ejemplos más evidentes.

1º- La voluntad de romper la Unidad de España y dividirla en 17 mini estados por el afán “buenista” de contentar a los traidores separatistas y asesinos terroristas de ETA se ha erigido como una de las grandes causas de la ruina económica de España, una traición que tiene como consecuencias morales la propagación del odio a España por parte de los Gobiernos Autonómicos desleales y traidores y cuyas consecuencias económicas han sido el despilfarro de más de 100.000 millones de euros al año, es decir, la causa principal de la inminente quiebra económica de España.

2º- La promoción del Aborto, y de la cultura de la muerte y antinatalista han llevado al asesinato premeditado de más de 2 millones de niños en nuestro suelo, las consecuencia morales son claras, nos hemos convertido en una Nación de asesinos, unos por acción, otros por complicidad y otros por omisión, las consecuencia materiales se traducen en que somos uno de los países del mundo con la menor tasa de natalidad, realidad que hace imposible el relevo generacional y que hace económicamente inviable al País a medio plazo.

3º- La promoción de las políticas contra la Familia, como el Divorcio, nos ha llevado a ser uno de los países del mundo con mayores rupturas en el ámbito familiar, y con mayores tasas de problemas psicológicos en la Infancia consecuencia directa del ambiente hostil y desestructurado en las familias españolas, las consecuencias morales son que hemos destrozado el núcleo fundamental del desarrollo humano de las futuras generaciones, las consecuencias materiales son que España es uno de los países con mayores tasas de fracaso estudiantil y de delincuencia juvenil consecuencia directa en muchos casos del ambiente desestructurado de las familias.

El falso estado de “bienestar” donde todo el mundo miraba a otro lado ante la corrupción moral generalizada por la abundancia de bienes materiales ha llegado a su fin, la realidad es que una Nación desestructurada, desorientada y engañada ha despertado a una realidad atemorizante y desconcertante, de repente todas las miserias morales toleradas durante décadas se nos presentan como causas fundamentales del desmoronamiento de nuestro sistema “acomodado” de vida, como ya pasó en nuestro pasado reciente, la gente podrá elegir nuevamente entre dos caminos bien diferentes, reaccionar con odio, violencia y sumarse al carro del caos y de la desintegración total del orden social y nacional, o sumarse a la reconstrucción de lo que siempre ha sido nuestra Nación, un País Católico, de valores Tradicionales que ha puesto su Fe y su confianza en Dios, de gente humilde y defensora de María, de personas dignas y patriotas, que no han consentido imposición extranjera, ni herejías, ni abominaciones y que ha mantenido su devenir histórico anclado a la Fe y a las buenas costumbres. España decide ya, te queda poco tiempo.

Por: Antonio M.R.

2 comentarios:

  1. Muy cierto , España debe despertar y volver a ser lo que fué hace años ,el libertinaje ha hecho que el pais se haya convertido en autómata e independiente ,con poco sentimiento ni empatía hacia los demás .

    Por eso las cosas van como van .

    un saludo

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  2. Excelente articulo. Enhorabuena.

    Luis MR

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