El 6 de Agosto de 1945 el bombardero norteamericano "Enola Gay" arrojó su mortifera carga nuclear sobre la ciudad de Hiroshima, tres días más tarde un ataque similar ocurrió en la ciudad portuaria de Nagasaki, los únicos bombardeos nucleares que han ocurrido en la historia de la humanidad, pasarán a las memorias de los tiempos como una gran infamia y un terrible crimen de guerra de los Estados Unidos y de su presidente Harry Truman, Hiroshima y Nagasaki eran dos ciudades civiles y desmilitarizadas de Japón, y que por esta condición apenas habían sufrido bombardeos con anterioridad y por tanto se encontraban intactas y practicamente ajenas a la guerra hasta que la destrucción total cayó sobre cientos de miles de civiles, el saldo de los bombardeos fue de un cuarto de millón de muertos y otro medio millón de heridos.
Un dato que apenas es conocido por la opinión pública es que Nagasaki se convirtió en el mayor lugar de martirio católico de la historia,alli murieron dos terceras partes de los católicos de Japón, asi es, Nagasaki era la única ciudad cristiana y católica de Japón, aun hoy debemos preguntarnos las razones de estos dos brutales crímenes, ¿Fue acaso un experimento militar de los EEUU para comprobar los efectos de las bombas nucleares sobre dos ciudades virgenes?¿Tuvo algo que ver la filiación masónica del presidente Harry Truman a la hora de elegir la ciudad católica de Nagasaki para el exterminio? Cada cual es libre de sacar sus propias conclusiones.
La historia nos dio una lección que hoy practicamente se ha olvidado, Hiroshima y Nagasaki viven en el recuerdo colectivo como ejemplos de lo que jamás debe ocurrir en un mundo, hoy en dia, crecientemente atribulado y con la amenaza de guerra entre potencias nucleares encima de la mesa.
Por: Antonio M.R.
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