ESPAÑA SIGUE PAGANDO EN SANGRE SU COLABORACION CON EL NUEVO ORDEN MUNDIAL EN LA GUERRA DE AFGANISTAN

Un tiroteo iniciado por el chófer del capitán de la policía afgana, que ha resultado ser un inflitrado talibán, en el interior de la antigua base del Equipo de Reconstrucción Provincial español en Qala-I-Now, en Badghis, ha acabado este miércoles con la vida de dos guardias civiles y de su intérprete, según fuentes oficiales españolas. Los agentes fallecidos son el capitán José María Galera Córdoba, de 33 años de edad, nacido en Albacete, y su compañero, el alférez Leoncio Bravo Picayo, de 34 años y natural de A Coruña. Los talibanes afirman que el asesino pertenece a su grupo.

Las mismas fuentes han explicado que, al escuchar los disparos, "unos dos centenares" de ciudadanos afganos se manifestaron en las inmediaciones del acuartelamiento militar español para pedir información sobre lo sucedido. Las autoridades locales elevan la cifra de manifestantes por encima del millar, incluso hablan de incendios e incidentes en la 'turba'.

Los hechos comenzaron a primera hora de la mañana de este miércoles cuando el agente de la Policía Nacional Afgana (ANP) -al mismo tiempo alumno de los guardias civiles- abrió fuego con su fusil 'kalashnikov' contra el intérprete de los agentes de la Benemérita.


Sin embargo, fuentes cercanas a la investigación han indicado que en realidad el conductor era el chofer del capitán y jefe de la policía afgana, que era a su vez el que había entablado esa relación de confianza con los guardias civiles tras los últimos cinco meses en los que agentes de la benemérita han instruido a agentes afganos.


Aún queda un dato importante por confirmar que no es otro que el de la autoría del atentado aunque todo apunta a la insurgencia afgana.



Desde Pensamiento Disidente queremos manifestar nuestra solidaridad con las familias de los tres compatriotas fallecidos, muy especialmente con las familias de los dos guardias civiles que han muerto cumpliendo con su deber en una injusta misión.

Queremos también exigir la retirada de las tropas españolas de Afganistán, ya que su misión no tiene absolutamente nada que ver con la defensa de los intereses nacionales de nuestro país, y si mucho que ver con la defensa de los intereses internacionales de un Nuevo Orden injusto y que no duda en derramar la sangre inocente de personas ajenas a sus intereses para lograr sus objetivos perversos.