UN DIA DE IRA CONTRA ESTA HUMANIDAD

Normalmente me gusta escribir artículos reflexivos, intentando abordar los temas desde un punto de vista constructivo, pero hoy me voy a tomar la licencia de hablar claro, la putrefacta realidad que vivimos no admite adornos literarios ni palabras biensonantes, ¿Qué es la libertad?, la liberta es un don que Dios le dio al hombre para darle la oportunidad de elegir lo bueno de manera autónoma, es una forma de engrandecer la dignidad humana, porque Dios en su bondad no nos hizo esclavos autómatas programados para obedecer, sino que puso ante nosotros el bien y el mal y nos dio la oportunidad de elegir, elegir el bien libremente es la medida de la dignidad y la salvación humana, y elegir el mal libremente es la medida de la vergüenza y la condenación del ser.

Estamos tan insensibilizados por el repugnante ambiente que nos rodea que no nos damos cuenta de la vileza extrema a la que ha llegado el ser humano, vileza que se manifiesta en una infinidad de repugnantes formas que la imaginación no puede llegar a alcanzar, la corrupción y el oprobio atacan desde todos los frentes, si pudiéramos oler al género humano, olería a basura podrida, que bajo hemos caído como raza, unos entregándose al mal, otros acomodándonos al mismo, podría poner un millón de ejemplos de cómo el ser humano ha sido corrompido, privado de su dignidad y llevado a un suicidio espiritual dantesco, la pornografía y homosexualidad en las televisiones, los mataderos de niños en el sistema sanitario, la corrupción, el robo y el pillaje institucionalizados en nuestra clase política, la calumnia y la mentira envidiosa hacia el hermano, el culto a la silicona y al artificio, la promoción de toda clase de vicios perversos en nuestra juventud, el desprecio por la virtud y la caridad, etc.

Se puede decir que el alma humana agoniza, agonía que se extiende a la realidad exterior en la que vivimos, crisis económicas, fracasos matrimoniales, altas tasas de problemas psicológicos y suicidios, vacios, abismos, confusión…, la gente se empeña en revolcarse en sus propios excrementos en vez de mirar a su salvador, única esperanza de un mundo que se está pudriendo, que ya apesta y está listo para ser arrojado al vertedero, el ser humano intuye que algo no funciona, que todo se desmorona a su alrededor, pero no atina a buscar una solución efectiva, en vez de eso se entrega a una anestésica realidad de vanidades, hedonismos, y experiencias que no son sino un subproducto opiáceo para mantener drogada al alma agonizante mientras enfila sus últimos momentos de vida, una morfina para endulzar la triste y mortecina realidad que atormenta a la masa humana casi en su totalidad, hablar de Dios, paz y caridad, chirria en los oídos del necio que como en un espejo ve reflejada su propia miseria cuando el bueno le tiende la mano, enseguida reacciona lanzando palabrerías contra la fe como si fueran cuchillos afilados, en un intento de autoconvencerse de que el enfermo es el sano, de que el cáncer que devora su alma no existe, de que todo está bien sin Dios, sin moral, sin normas y sin fe.

Tengo el convencimiento interior de que Dios intervendrá, pues ya el ser humano no puede hacer nada para revertir la situación, Dios en su misericordia y en su bondad infinitas mirará con compasión el estado en el que estamos, mirara la monstruosidad de la que nosotros somos responsables, y aun por amor a sus elegidos intervendrá, no habrá injusticia por la cual el hombre no tenga que rendir cuentas, viendo el actual estado de la humanidad podemos intuir que la justicia y la misericordia de Dios será profundamente transformadora para la humanidad, una transformación que inevitablemente implicara dolor para los fieles que hemos torcido nuestros senderos y destrucción para los malvados que perseveren en su inmundicia.

Por: Antonio M.R.